martes, 24 de mayo de 2011

Los 10.000 del soplao (episodio II)

Seguimos con el relato de ayer y ahora estamos en el avituallamiento más grande de la prueba, el área recreativa Casa del Monte. Es decir en el kilómetro 66 a falta de las subidas más “entretenidas” del día.
Decir que yo desde el kilómetro 60 al paso por delante del Hotel empecé a sufrir unos calambres terribles que mermaban mi pedaleo de forma notable.
En el citado avituallamiento intente estirar pero no podía subir las piernas, cada vez que lo intentaba los dolores eran enormes. Me localiza Piti, luego nosotros a Kike, y por último a  Camblor. Carlos sabíamos que había llegado antes que Piti, pero yo no lo había visto. Kike nos relata la caída que sufrió en una bajada y como le atendieron las asistencias. A pesar de estar magullado decide seguir mientras el cuerpo aguante. Hacemos tiempo para ver si llega German y vemos a Carlos, pero como había tanta gente optamos por enfrentarnos a la primera subida al Moral. Nada mas comenzar a pedalear les comento que no puedo seguir el dolor me sobrepasa y en mi cabeza aparece la idea de regresar al hotel. Me bajo y les comento que voy a estirar un poco apoyado en un árbol y a ver que sucede. Me subo de nuevo a la bici y los dolores continúan. Decido seguir suave para intentar coger ritmo y continuar. Bueno parece que poco a poco voy soportando las molestias. Veo a Piti y me animo sigo a mi ritmo y un poco más cerca del final lo veo a Kike y el subidón me hace seguir. Por ultimo localizo a Camblor y seguimos ascensión. Las molestias parecen mitigadas y me lanzo hacia abajo. Toda esa zona la conozco del “reconocimiento” de hace unos meses junto a Carlos y eso también me ayuda. Hacia la mitad de la bajada nos avisan que los primeros comenzarán a subir en cualquier momento. En la parte final de la bajada cerca de la carretera de Barcena Mayor me cruzo con el primero. Parece que va fundido, pero es el primero. La verdad es que no se quien gano y si ese biker que se cruzo en primer lugar conmigo fue el ganador o alguno de los perseguidores consiguió adelantarle, pero eso ahora no es lo importante.

Sigo por carretera camino a Barcena Mayor e intento rodar deprisa. No puedo, las piernas vuelven a avisarme con unos amagos de calambres y tengo que reducir el ritmo. En el avituallamiento de Barcena me bajo nuevamente de la bici, como un poco, o puede que no fuese tan poco. ¡Qué buenos están los bollitos y los plátanos! Relleno el bidón de acuarius y me tomo una coca siguiendo el consejo de Enric, para ver si ese estímulo extra que aporta el azúcar la cafeína y la bebía carbonatada me ayuda.
Nada más subir a la bici más de lo mismo unos calambres fortísimos. Más estiramientos, y de nuevo a coger el ritmo suavemente. Corono la Cruz de Fuentes y no me atrevo a parar en el avituallamiento del alto. Cada vez que paro y vuelvo a arrancar las piernas me machacan.
Bueno no quiero seguir con la historia porque de ahí al final la situación se repite otro par de veces más. Sumándole tres pinchazos en la bajada nueva de este año en la Cruz de Fuentes, (afortunadamente los tres se solventaron poniendo presión en la rueda y el liquido de las cámaras hizo el resto).
En la última bajada del Moral cerca del área recreativa de la Casa del Monte reventón de la cámara trasera. No queda otra opción que cambiar la cámara y tirar todo lo que se puede. Ahora todo es cuesta abajo.
Por fín la carretera y la llegada a 6 kilómetros, ya se ve la luz al final del túnel y las piernas parecen insensibles a las molestias. Tengo ganas de llegar y cambiar impresiones con Carlos que me había telefoneado pensando que yo había llegado ya para que fuese a recogerlo, (siento que tuvieses que subir en bici al hotel, pero eso pasa por correr mucho).
Las calles y la zona de la llegada están llenas de gente que no cansa de aplaudir y de animar a todos los que pasamos en bici.
¡Alucinante amigos, alucinante! Lo digo de verdad los que habéis estado en otras ocasiones sabéis a que me refiero y los que no lo habéis probado no deberíais dejar pasar la oportunidad. Independientemente de que se termine la prueba o no. Yo, nada mas cruzar la línea de llegada es como si hubiese cruzado la línea de salida de los 10.000 del soplao 2012, porque ya tengo anotado en mi agenda esa fecha.
El resumen es:
Organización perfecta.
El pueblo volcado.
El público espectacular.
El ambiente inmejorable.
Además en esta ocasión el día también acompaño.

Lo dicho adiós Soplado 2011 hola Soplado 2012

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