lunes, 29 de julio de 2013

HOMENAJE AL “CUERPO” (PEREGRINACION A COVADONGA)

Siempre se hace un homenaje y se tienen buenas palabras y buenos recuerdos de la gente que nos abandona y pasa a mejor vida.
En los Repechinos, vamos a ser diferentes, (que ya lo somos habitualmente), y vamos a dedicar algunas de nuestras “aventurillas” a algunos de nuestros compañeros, que hay muchos que se merecen este reconocimiento.
Aquí va el primer granito de arena, y se lo dedicamos a Rubiera, el bombero, al que cariñosamente pusimos el nombre de guerra de EL CUERPO.
El pasado sábado, los Repechinos hicimos nuestra peregrinación anual a Covadonga.
Este año el número de participantes no fue tan numeroso como en otras ediciones, pero el pelotón repechinero no estaba falto de integrantes ni mucho menos.
El Playu, Trasmi, Turonman, el Blue, Yeloqhay, Desde´l picu, Yermano, los Stone Brothers, Luis el Mudu, Cortés, Janjun, Pepe el Botes, Jandrínweb, Juanse, Trancas, Barrancas, Joaquín, Milín…y así hasta 33 integrantes (no me hagáis gastar mi neurona recordando todos los nombres, os podéis ver en las fotos y videos que acompañan esta crónica).
Yo creo que una de las causas de que hubiera menos gente, fue la hora “intempestiva” de la reunión en Pelayo.
¡¡¡¡ LAS OCHO Y MEDIA DE LA MADRUGADA ¡!!!!.
Poco a poco nos fuimos reuniendo en el Muelle y después en La guía, el Sargento Playu pasó lista para ver que ninguno de los integrantes de nuestra aventura se hubiera quedado dormido.

















En el grupo, había como siempre de todo, Repechinos que se estrenaban en la ruta a Covadonga, amigos de alguno de los habituales, Repechinos veteranos ( experimentados, que no viejos), ahijados, y en general gente con buen rollo y ganas de pasar un día entretenido dando calor al pedal.
Entre ellos estaba nuestro protagonista de hoy, El Cuerpo.
No sé que decir de él, bueno, si se que decir, pero intentaré resumir mis pensamientos porque sino esta crónica sería un monólogo.
De Rubi, ¿qué contaros que vosotros no sepáis ya?
Este chaval, de “cuarenta y pico” años, ye un paisanín especial, tiene una fuerza y un coraje increíble, y tras la “dura guerra” que tuvo que pasar, aquí está, enseñándonos como enfocar la vida con alegría a todos y siempre con una sonrisa en la cara y una buena palabra para todo el mundo.
Tan pronto aburre a los muiles de la playa nadando, como adelanta a los corzos y los jabalíes subiendo al Fariu en su bicicleta. No hay ruta aburrida en la que él esté, y siempre es un placer su compañía.
Pero vamos a hablar un poco de la ruta.
Para calentar neumáticos, ¿Qué mejor que la trialerina del camping?
En fila india y con Barrancas haciendo de “bici-escoba” llegamos a la Olla, no sin antes pasar por la zona donde nos esperaban nuestros “tifossi” particulares, Cova, Willyna, Sera y Aroha, dándonos ánimos con pancarta y todo.
La bajada por la caleya hasta Peón, fue evitada por algunos, que optaron por el asfalto, más seguro aunque más duro a la hora de “probarlo” que nuestros barrizales habituales.











La subida a la Cruz, también tuvo “plan B”, y ante la posibilidad de ser cazado por las cámaras de Klandestinator, haciéndose un Andariegu, más de uno y de dos Repechinos optaron nuevamente por la carretera.












En estos primeros “falsos llanos”, nuestro protagonista, iba conservando fuerzas y, como no, conversando con todo el que se ponía a su lado.
Como muestra de su superioridad, salió de la densa niebla que cubría el alto de la Cruz, cantando “a capela”, con su compañero del alma, Luis el Mudu, como si llegaran de un paseo por la playa de San Lorenzo.
Más de uno abría los ojos como platos viendo a estos dos ejemplares llegar cantando como si tal cosa.
El ritmo del grupo, era “rapidillo”, y los primeros no tenían nunca que esperar mucho por los últimos, y enseguida se reanudaba la marcha.
En el descenso hacia Villaviciosa, algunos Repechinos no vieron bien el camino a seguir, pero de lo que seguro que no perdieron detalle fue de alguna de las peregrinas que nos cruzamos en la bajada.
Reagrupamiento en la Villa y a seguir.
Durante los tramos, buena charla como siempre, Desdelpicu y el Blue, nos contaban anécdotas de su última gran aventura, la Transpateada (Transnevada en tierras granadinas), donde echaron de menos las comidas como la de nuestra aventura de hoy.
Cortés nos explicaba como ponerse en forma con la Wii, dentro de poco nos hará un anuncio tipo Jane Fonda, seguro.
El Yogurín nos ponía los dientes largos con sus vacaciones por los Madriles, donde la sauna era gratuita, y garantizada a unos 40 grados en el salón de cada casa.
Luis el Mudu, nos deleitaba con unos cantarinos en cuanto coincidía con el Cuerpo.
Janjún, Pepe el Botes y Jandrín, buena gente para rodar a buen ritmo y con buena charla (que se reduce a Heineken, Mahou y Fristemburger si el que habla ye Jandrín).
El Alloriau, se marcaba unos descensos a tumba abierta, que ni Yeloqehay en sus mejores tiempos, como se notaba que tiene “enchufe en sanidad”.
De Yeloqehay, puedo contar poco, creo que cogió el tren hasta Cangas de Onis, porque no lo ví en toda la ruta y en Covadonga, estaba fresco como una lechuga.
Milín frotándose las manos cada vez que había una pequeña avería, pués ya veía clientes potenciales para el lunes en el taller.
Buigui, dándonos envidia, viéndole pedalear como sentado en un sillón, solo le faltaban los reposabrazos e ir leyendo el periódico.
Y por la cabeza del pelotón, el Playu, Turonman, y los Stone Brothers, en la 4ª galaxia (o sea, inalcanzables para el resto de los mortales) marcaban un ritmo “entretenido”.
Podría seguir así enumerando a cada uno de los participantes, pero no quiero que esta crónica sea una entrega por fascículos.
Ya con Anayo cerca, el ritmo se avivó un poco más, ya se esperaba el descanso y la comilona.












Hay que recordar que hubo una parada de emergencia en Breceña, porque a Jandrín le había bajado de repente el nivel de cerveza en sangre y hubo que hacerle una trasfusión urgente de Mahou. Ya “repostados”, y hecha la cura de urgencia, seguimos sin mas paradas hasta Anayo.



Juanse no quería acabar la ruta, y en cada reagrupamiento llegaba “tocado de chapa”, en cada reagrupamiento venía peor, o sea, con más “chapa abollada”, al final hubo que “desabollar un poco”,  pero ni así le dejamos abandonar, un poco de betadine y una gasa y palmadita en la espalda y “venga majo, a seguir pedaleando”
El tiempo nos acompañó y era el ideal para pedalear, ni frío ni calor (no, no había 0 grados) y escarmentados de la odisea del año pasado donde la lluvia nos hizo llegar empapados, todo el mundo ya traía ropa para cambiarse.
Tenemos que hacer aquí una mención especial para el conductor del coche de apoyo, Mr. 43, que tras pasar por el “taller de Cabueñes” y hacer una revisión y puesta a punto, nos acompañó como siempre llevándonos las mochilas. Los comentarios eran que para el año que viene nos acompañará, pero en bicicleta.
 Aunque tengamos que alquilar una furgoneta para llevarnos las bolsas, el dinero está bien invertido si deja el vicio de “hacer señales de humo” y vuelve a acompañarnos en las salidas semanales y a liderar de nuevo a los Valentín Boys.
Volviendo a nuestro “homenajeado” de hoy, en esta parte de la ruta, se empezó a trasformar. Yo creo que en otra vida debió de ser un perro, porque aquí, en cuanto veía a un ciclista a unos 50m, levantaba la nariz como el mejor perro sabueso, y al detectar la presa, salía demarrando a por ella sin pensárselo.
En poco espacio, presa conseguida y a por la siguiente.







La comida, como siempre, a escoger entre patés ibéricos, cabracho, lenguado relleno y cabritu, tarta, cava y chupitos a retorcer , o ensalada de pasta y carne guisada y flan, casi todos nos decidimos por la 2ª opción.
También como siempre, disfrutamos de la compañía de Dolores y el resto de nuestra afición, Daisy, Laura y María, y nuestra mini Repechina, Lucía. (¿Qué? a que flipais con la memoria que tengo ¿eh?)  que ya forman parte de nuestro club de fans habitual y que nos animan y nos apoyan en cada ruta de bocadillo que hacemos.
Después, ya volvimos a la realidad y tocó volver a pedalear.











Antes de llegar al Parador de Cangas de Onis, y tras pasar la última “tachuela” del día, de nuevo nuestro “protagonista” dejó anonadados a quienes no le conocían.
Tras la subida, nos deleitó con una serie de flexiones (planchas) y algunas a una mano, y la verdad es que las hizo “sin despeinarse”. (jejejeje, bueno, creo que este no es el mejor adjetivo, tal vez quedaría mejor “ sin esforzarse”, jejejeje)
Del streptease posterior, mejor no comentar nada, mejor verlo en el video. ¡¡¡¡¡¡EHHHH, tranquilos, ya lo veréis luego, ahora acabar de leer la crónica ¡!!!!!


Una vez llegamos al Parador, decidimos hacer una colecta para comprarle un navegador a Mr. 43, ya que ante la dificultad de llegar a Anayo, su rodeo por Arriondas, y su incapacidad de encontrar el Parador de Cangas de Onís (que se ve hasta desde Pola de Siero) y su pasada de frenada que no paró hasta Covadonga, creemos que es una buena inversión que en el fondo nos agradecerá.











En esta parte de la ruta, fue donde El Cuerpo dio un golpe encima de la mesa y puso a cada uno en su sitio.
Volviendo a la “reencarnación”, aquí se transformó en un galgo, o en una liebre, no lo sé, porque los galgos parecía que íbamos detrás y no había forma de atraparle, ni con tirones, ni con relevos, nada, allí estaba, devorando kilómetros como grácil corcel al galope con sus crines al viento. ( vaya, creo que hoy no estoy muy fino en las comparaciones, jejejeje)
Una vez en el asfalto, ya estaba el trabajo hecho, solo quedaba un “falso llano” hasta nuestra meta en la Basílica, pero a instancias de Rubi, decidimos hacer el último tramo, circulando por un camino peatonal que nos llevaría directamente a la explanada de Covadonga.







 
 

 
 

Como no hubo muchas paradas ni averías y el ritmo era vivo, llegamos con tiempo de sobra y pudimos ir a ver a la Santina y agradecerle su ayuda en las caleyas nuestras de cada día y de paso pedirle para que volvamos el año que viene en tan buena armonía y con un grupo tan espectacular.






















 
Y hasta aquí también nuestro pequeño homenaje a nuestro compañero Rubiera.
¡¡¡Rubi, sigue deleitándonos con tu charla y tu compañía durante muchas rutas más ¡!!


Y a los que leéis esto, si necesitais del servicio del Cuerpo de Bomberos, rezad para que nuestro amigo esté de descanso o tened a mano el recibo de seguro del hogar, porque como os tenga que solucionar el problema Rubi……que Dios os pille confesados.
Gracias a todos por acompañarnos y esperamos que hayáis disfrutado del día.
El año que viene, más, pero no mejor, porque será imposible.

                                                              WILLY