jueves, 14 de mayo de 2015

PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCION DE LAZARO YELOQUEHAY


UN REPECHÍN NO ABANDONA LA RUTA, LUCHA, MUERE, Y RESURGE DE SUS CENIZAS

Carta de los Tesalonicenses a los Corintios: Hermanos, en aquellos días, se celebraba la anual peregrinación del pueblo Repechín por la provincia de Asturias.


En el cercano pueblo de Marieva, se celebraban las famosas Bodas de Graduación, en las que San Fermín estuvo bautizando con sidra de la zona, a los invitados.

Debido a que los sermones para cristianizar a los asistentes duraron hasta tarde, uno de los “elegidos” causó baja en la ruta.

Pero fieles a las órdenes del Señor, a la hora alba, San Lynux, San Yeloquehay, San Peter(el que abre las puertas del Cielo), San Mani, San Trasmi y San Piraguas (el que caminaba sobre las aguas), y San Willy se reunieron para realizar la labor que se les había sido ordenada.


También nos acompañaban Dani y Abel, que querían abrazar la fé verdadera y querían pasar el camino del Calvario para entrar en el Cielo Repechín.

El camino de la peregrinación nunca es sencillo, y ya al poco de abandonar las confortables calles asfaltadas de Gijón, la ruta se empezó a endurecer. Los caminos que los apóstoles repechineros surcaban, nunca eran fáciles, siempre hacia arriba, con algún “falso llano” para reponer fuerzas y alguna buena trialera con qué ganar puntos para entrar en el mundo de los que podrán “Pedalear a la derecha del Padre”, pero nadie dijo que la Evangelización de los ateos fuera tarea fácil.


La Fresneda apareció frente a los peregrinos, pero la orientación de San Piraguas les hizo rodear la zona del Mercado Azabache, buscando un camino que, claro está; no existía. Resultado ; hubo que salir por pies porque los guardianes del centro creyeron que las intenciones de los visitantes no eran muy buenas.



Seguramente porque entre los caminos del Señor son infinitos, tras dejar atrás la aldea de Lugones, la montaña del Naranco se alzaba majestuosa a los ojos y piernas de los elegidos para abrazar la Fe Verdadera.



Algunas palabras cruzadas con los lugareños auguraban a nuestros hermanos una subida de más o menos una hora, y contando que llegarían a la cima un poco pasada la hora del Ángelus, decidieron reponer fuerzas arriba, a los pies del Santo que saluda a la aldea de Oviedo.



Mucho movimiento de legiones romanas había una vez coronada la montaña, así que tras un breve refrigerio, y casi sin meter ruido, la ruta siguió, esta vez hasta el Monte del Gorfolí,( o del Calvario, según para quien, jejejeje) .



Aquí, los Evangelistas San Trasmi (que no quería fatigar en exceso a su nueva “burra”), y San Piraguas decidieron regresar a casa, eso sí, no sé si volvieron dos o tres, porque creo que con San Piraguas iba el Hombre del Mazo, que le había acompañado en la subida al Naranco y le había quitado hasta el color de su piel para llegar al alto.



En la subida, los Evangelistas ya tuvieron que “apretar las sandalias”, pues el terreno picaba siempre hacia arriba.

 Unos con tranquilidad, otros más calmados, y otros sudando hasta el “agua del bautizo”, cada uno a su ritmo, fuimos intentando llegar a la cima.

Y digo intentando porque San Yeloquehay y yo, leímos al revés el gepsin y acabamos montaña abajo, cuando lo que teníamos que hacer era seguir subiendo.

Yeloquehay tenía aquí su “Via Crucis” particular, ya que “el cuerpo es débil” y “su fé “ fue puesta a prueba.



Las fuerzas le abandonaron y en más de una ocasión se le pasó por la cabeza abandonar su “burra” en mitad del monte y dejarse morir en aquellas lejanas tierras, y así ir a “pedalear con el Creador por sus trialeras infinitas”.

Y así, tras estar bajando un buen rato, tuvimos que volver a subir, y ya se sabe que lo que se baja enseguida, se tarda un “ratín” en volver a subir.

 Pero su fé, tras tocar fondo, recuperó, y en cuanto el camino se puso más favorable, volvió por sus fueros y enseguida ya marcaba el ritmo del grupo.

Tras haber coronado el Monte Gorfolí, y con la ciudad de Avilés y su ría a la vista, el camino se volvió más favorable, y la velocidad de los “cristianizadores” aumentó.

Un alegre paseo llevó a los “Seguidores del Padre “hasta el embalse de Trasona donde había una muchedumbre que esperaba las noticias “del Señor”.

Y fue allí, donde después de bautizar a todos aquellos ateos, nuestros amigos, “guiados por la mano del Altísimo”, convirtieron dos croissants y dos Pepsis en una docena de pasteles, una caja de Pepsis y un par de litros de café, realizando, lo que sería recordado en el futuro, como el “Milagro de Trasona”.



Un pequeño esfuerzo más, y los peregrinos enfilarían el Valle de Guimarán, desde donde ya veían la meta a su peregrinación, pero como habían cometido “algún pecado” en el camino, había que llegar a casa “libres de toda culpa”, así que no había mejor penitencia que subir por la Cuesta de Veriña para llegar “inmaculados” a casa.



Y allá que se dirigieron San Yeloquehay, San Lynux, San Peter, San Mani y San Willy, y tras la “penitencia” que se les había encomendado, llegaron a lo alto con todo el orgullo y la cabeza bien alta, porque tras aquella dura ruta, era imposible “ sentirse más cerca del Creador”.

Y hasta aquí hermanos, la sagrada Epístola de San Repechín del Falso Llano, Evangelio según San Willy, Capítulo III, Versículos 19 al 209.

Amén.

Un saludo a todos WILLY


Postdata:

“Demos gracias al Señor, es justo y necesario”.
Bueno, yo no estoy seguro del todo de que “allá
arriba”, haya alguien, pero por si acaso…. Yo doy las
gracias.

Ayer, al dejar a mis compañeros de ruta, iba
pensando en lo bien que me lo había pasado, y
mirando un poco hacia atrás en el tiempo, y
recordaba que hace unos meses estuve a punto de
tener que “colgar” las bicis.
 

La ruta que estaba a punto de terminar, era
impensable para mí, no hace mucho tiempo.
¿¡¡¡¡ Mas de 100 km en Btt!!!?.... Imposible.
Para mí, no es que hubiera hecho el Soplao, es
como si hubiera hecho el Soplao ¡¡¡¡Pero yendo
hasta allí en bici y vuelto!!!!!

Y allí estaba yo, pedaleando con “alegría” llegando a
Montevil, (después de haber disfrutado como un
enano en nuestra “ruta a Ciegas”, Gijón, Naranco,
Gorfolí, y media Campa Torres), y sin darme cuenta
una lagrimina cayó por mi mejilla. Y un grito de
¡¡¡¡¡¡SI ¡!!!!! Salió de mi garganta y mi mano
derecha dio un golpe en el aire como si “hubiera
cantado las 40, jugando a las cartas”.

¡¡No me creía poder estar aquí!!!
Recordé el apoyo de los Repechinos cuando estaba
en horas bajas (o profundas) y de todos en general
para que siguiera con “mis niñas”. Y sobre todo de
Cova, que me hizo ver ( y creer), que había luz al
final del túnel y que podía salir de nuevo a “Sufrir
por la Caleya”, como diría el Alloriau.

GRACIAS

A lo mejor no está muy bien que yo escriba sobre
mí, pero….. simplemente me apetecía compartir
con vosotros lo que pensé en las últimas pedaladas
de la ruta.

Y sin más, “hermanos”, Podéis ir en Paz.





Amén
WILLY



6 comentarios:

  1. Primero daros las gracias por esta ruta, la verdad es que pensaba que iba a hacerla solo...
    YLQH impresionante como se recuperó y mandó al tío del mazo de una ostia pa oviedo otra vez. Otros hubieran abandonado seguro, pero ye la diferencia entre la gente normal y la gente q nunca se rinde.

    Willy cabronazo, tal y como me adelantaste a platu grande después de 100km en guimarán tas pa hacer el Soplao, El Soplín, Montes del Sella y hasta Migalpiri jajaja. Además, fue el único que no quería amotinarse cuando se propuso la subida por la cuesta a Veriña!

    Lo dicho, un placer y con ganas de volver a compartir aventuras con vosotros!

    ResponderEliminar
  2. Willy tu siempre yes un fenómeno,con la prosa, con la bici, sin la bici,con la caza, con la caravana,trabajando....ostia esto no,que me dejo llevar por la emoción.
    Todavía me acuerdo de aquel café que tomamos debajo de tu casa, afortunadamente aquella conversación quedó en lo que fue, una mera anécdota para contar a los nietos o a los sobrinietos.
    Me alegro un montón que puedas seguir sufriendo en la caleya y que sea por mucho tiempo ¡AMEN!

    ResponderEliminar
  3. Olé. Aunque alguno no se lo crea como te lo Curras....
    Que pena no poder haber estado allí. Pero ese sábado yo era el tío del mazo. Bueno de la madera.

    ResponderEliminar
  4. Resurgir, resurgir, lo que se dice resurgir no resurgí mucho, me arrastré con un poco de dignidad si acaso y siendo benevolo conmigo mismo. Desde aquí pido perdón a todos por haberos retrasado y daros las gracias por vuestra paciencia, ayuda y comprensión. Es un orgullo teneros de compañeros.
    Willy, tienes virtudes mas grandes todavia que la de esa imaginación tuya para narrar las salidas repechineras. Eres mucho mejor persona que narrador, que ya es decir, así que los afortunados somos nosotros por tenerte de compañero y amigo.

    ResponderEliminar