lunes, 29 de junio de 2015

Ruta culta, ruta "colta”



 Ya llegó el veranín, y para celebrarlo,  ¿qué mejor que una ruta de Repechín?.
Con el Playu y Trasmi pa tierras leonesas disfrutando de sus nuevos amigos del Imserso, aquí Turonman, Yeloquehay, Barrancas y el escribiente, nos las prometíamos muy felices en nuestro “paseo dominical”.

Barrancas vuelve por sus fueros, y ya vuelve a pedalear sin quejarse en cada “falso llano”  que subimos. Está claro que “renace de sus cenizas”, y que “donde hubo fuego, queda…..” , ¿chatarra? (jejejeje, es que no me sé el refrán).



Bueno, el caso es que nuestra ruta de hoy no pintaba muy bien climatológicamente hablando . Los manguitos no sobraban y Yeloquehay no dejó en casa el chubasquero, por si las moscas.
 
En cuanto empezamos a subir por Los Túneles, ya nos empezamos a meter en una niebla bastante oscura y muy húmeda, que hacía que pareciera que estábamos sudando a chorros (¿o sería que sudábamos de verdad?)

Otra pequeña subidina, hasta el cementerio y otra más pequeñina y ya estábamos en la subidina que nos llevaba a las áreas de Deva y tras otra pequeña subidina ya estábamos a los pies del Observatorio.
Allí tuvimos que esperar “un poco” por Barrancas. Yo hice una siesta de las de “pijama y orinal”, Yeloquehay, también se dio una “cabezadita” tipo mejicano, y mientras tanto Turonman, desmontó la rueda trasera, engrasó rodamientos, ajustó cojinetes, centró unos radios, comprobó las pastillas de freno, colocó bien los guardabarros y puso la presión necesaria en las ruedas mientras llegaba nuestro compañero.





Eso sí, tengo que decir que no se quejó ni una vez, tal vez porque aún no sabía cuál era nuestra ruta de hoy.



Dirección a Baldornón, y antes de llegar a La Cuesta de la Vaca, giramos hacia la fuente de 4 Jueces.
Aquí tuvimos nuestro percance del día. Oscarín tuvo la desgracia de que lu mordiera una culebrina, la cual murió a los pocos segundos ( Turonman dijo que había muerto envenenada),  y luego nuestro compañero se empezó a marear. 



Un traguín de agua, una charla didáctica sobre los renacuajos del bebedero de 4 Jueces,  su evolución en la pirámide alimentaria y a buscar a San 36 y a ver como estaba de “pindio” el hormigón.

Una vez arriba, Barrancas cayó fulminado junto a la Portilla de 4 Jueces. Yeloquehay dijo:
- Está pa dar hortigas
 Y yo ni corto ni perezoso, cogí una “retro excavadora” de un amigo del Yerman que vivía allí al lado y me dispuse a darle “Santa Sepultura”.  Tengo que decir que me costó bastante, pues el muy cabrito, no se soltaba del cazo de la pala y gritaba….
-¡Que no estoy muerto! ¡Que no estoy muerto!
 Y yo no hacía más que decirle:
- Tú lo que tas ye mal rematau, ¿vas a saber tú más que Yeloquehay que ye el únicu Repechín que tien estudios?, pues no se hable más, tú pal ahujeru
 Y así, con el “trabajo bien hecho” y sin más problemas, seguimos la ruta nosotros tres.


 Barrancas no logró finalizar la Ruta Culta, y se quedó en la “Ruta Colta”. Si algún día subiendo pal cementerio, de algún coche fúnebre veis que se cayó una corona y la queréis llevar a Barrancas, podéis dejarla por allí, en cualquier cuneta donde la Portilla que lleva a la Cabaña del Marqués.

Nuestra ruta de hoy discurría sin prisas pero sin pausas, y las “gotas de sudor se mezclaban con las gotas de cultura general que salían por cada uno de nuestros poros”. Que si las bicis eléctricas tienen una “ayuda al pedaleo”, que si por normativa no se recargan bajando cuestas, que si los coches híbridos son de gasolina o gasoil, que si el biodiesel se hace con “aceite de fritanga”, o si los dispositivos “star-stop” ahorran combustible fueron nuestros temas de charla en la Ruta Culta. Lástima no habernos grabado porque estuvimos “sobraos” (culturalmente hablando). 

Una vez en Candanal, decidimos “subir un poco” y tiramos por Pumardabá  hasta llegar a coronar al Cordal y dar vista a la autopista de Oviedo a Villaviciosa. Hacía tiempo que no subíamos por aquí, y para nuestra sorpresa, el camino estaba ciclable pese a las lluvias del invierno y los tractores de la madera.

Un pequeño “lapsus” (como siempre), con los gpesín, al llegar arriba, que si a la derecha, que si a la izquierda  y luego a volver sobre nuestros pasos otra vez, y aparecimos en La Cruz. Como era Domingo y Turonman tenía comida con la familia, decidimos “bajar rápido “ a Peón y subir “alegres” el Curbiellu ( yo no sé si tenía miedo de que se le enfriara la comida, pero dada la caña a la que vinimos, yo creo que llegó antes de que terminaran de cocinarla), y así en un pispas estábamos bajando la Trialera de Camping (ahora que recuerdo…..creo que fue la única zona que bajamos en todo el día…..)


Y así amigos, empapados de cultura, de sudor, de orbayu y de la humedad de la niebla que nos acompañó casi todo el día, dimos por terminada nuestra ruta de hoy.

Una ruta muy entretenida y que nos prestó, al recordar  caminos que no recorremos habitualmente.

Bueno amigos, hasta aquí mi crónica de hoy, y recordad:

LA RUTA DE LOS REPECHINOS TE ENSEÑA,
LA RUTA DE LOS REPECHINOS TE ENTRETIENE,
Y YO TE DIGO CONTENTO……
¡¡¡¡¡¡¡HASTA LA RUTA QUE VIENE ¡!!!!!!

Un saludo a todos                                      WILLY




sábado, 27 de junio de 2015

Dias de cine


Hola amigos, ayer nos tocó hacer una ruta “De Bocadillo”, o sea, de las de “lleva encima todo lo que quieras comer porque no vas a ver civilización hasta que regreses al coche ( y para eso... vas a tardar bastante)”.

Mientras pedaleaba tranquilamente, mi neurona estaba pensando en la crónica (como siempre) y, es que como soy un hombre, no puedo hacer dos cosas a la vez, pedalear y pensar, así que lo de darle a la biela, ya me sale automático, como el respirar y así puedo ir riéndome de las ideas que se me ocurren. Algún Repechín, cuando va a mi lado y ve que me voy riendo debe pensar que no tomé la medicación del día. Pensaba en el título y me decidí por algo de cine, porque la verdad es que todos los paisajes que vimos eran dignos de salir en cualquier película de la gran pantalla. Y ¿Quién me puede discutir que todos los días que pasamos en nuestros montes favoritos o en nuestras embarradas trialeras, no son “DIAS DE CINE”? Son días irrepetibles, especiales, nunca quieres que se acaben, siempre esperas el siguiente “falso llano”, ese Repechín donde meterle rueda a tu compi, que te “fundió” en la anterior cuesta y poner nuevamente “las espadas en alto”,…..los bocadillos fríos saben a gloria, los arañazos de los matorrales, ni los notas, sudas en Julio el “Gaiteru” que bebiste en Navidad….pero todo está bien empleado….lo dicho, hay pocas cosas mejores que puedas hacer con la ropa puesta. ¿Veis?, ya me vuelvo a ir por los Cerros de Úbeda.


Volviendo a nuestra aventura, no me extrañaría que la próxima Vuelta a España acabe en el Picu Mondongo ( o como quiera que se llamara al que subimos, uno de ellos), porque fuimos a la Farrapona, la asfaltan y allá que va la Vuelta, fuimos a Cuitu Negru, y asfalto y final de etapa, y así….. Bueno, que se me va la neurona…..otra vez.

 En las primeras pedaladas, pensaba en títulos de películas para la crónica, y mirando a mi compañero de ruta Yeloquehay, el primer título que se me ocurrió fue el de DOS TONTOS MUY TONTOS, porque mira que no aprendemos, ruta que sugiere el Playu, allá que nos apuntamos, y luego claro, nos caen collejas hasta dejarnos morenas las orejas por detrás. Yo pensaba “¿pero qué hacemos tu y yo aquí Jose?” Otro embolao en el que nos metimos, y es que no aprendemos…..” Pero cuando llegó Jorge, el cuñado de Fermín ya pensé en la peli “LOS TRES CERDITOS”, porque estaba seguro que a pesar del sol que hacía seguro que había charcos y barro en la ruta, y allá que nos meteríamos de cabeza.





Bueno, la verdad es que aquí, Yeloquehay y yo, ya “perros viejos” en las rutas Repechineras, fuimos guardando fuerzas y dejando que el Sargento abriera camino, por si las moscas….. y claro, Jorge creyó lo que le había dicho el Playu de…..”ruta llana y sencilla…” y claro, tuvimos que sacarlo un par de veces del matu y cuando abrió ruta, entró “a fuego” en lo que parecía un “charquín”, pero que tragó literalmente la rueda delantera de su nueva MMR, dando con sus huesos en mitad del barrizal. Conclusión, estaba preocupado por su móvil y yo al mirarlo, le dije que si tenía de fondo de pantalla la cartelera de BUSCANDO A NEMO, era que no le había entrado agua, sino…….




 
 Tras cruzar el Puente de Los Santos, y llegar a Ribadeo, bajamos al puerto, y luego, como buenos Repechinos no cogimos el ascensor para subir a la parte alta del pueblo, sino la típica calle pindia pindia pindia y adoquinada, que nos hacía creer que estábamos en Cimavilla. Aquí ya empezamos a “coger altura”. 








 Poco a poco íbamos atravesando LA JUNGAL DE CRISTAL (bueno, no era de cristal, era de ocalitos, pero jungla era, seguro), y en un claro del bosque , mirando arriba, vimos a lo lejos, “bastante a lo lejos” un monte con unas antenas. Claro estaba, era el más alto de la zona, y estaba claro que sería uno de nuestros sitios de paso de hoy, pero nadie abría la boca (más que para coger aire).


 Los metros se acumulaban en los gpsin y en nuestras patukas, pero las caras de poker no dejaban ver lo que pasaba por nuestras cabezas. Bueno, en la de nuestro nuevo compañero de ruta, si, porque cuando vio el monte al que tenía que subir, al mirarle a la cara se me vino a la mente la película , LO IMPOSIBLE ( porque él pensaba que “como no venga una ola gigante y me arrastre, yo no llego allí ni de coña”). Pero con todo su orgullo atacó una pista de cortafuegos, que nos subiría a lo alto. (a mí, no sé si me alegré de que subiera casi perpendicular a la cima o hubiera preferido “atacar la cumbre desde otro monte cercano”, porque aunque hiciéramos más km como en el Naranco, no sería tan exigente y había dado algo de descanso a San 36, que ya tiene los dientes más gastado que los cuchillos y los tenedores de casa del Playu).




 Luego la subida se “relajó un poco”, pero solo un poco, para con un pequeño rodeo llevarnos a los pies de las ansiadas antenas.


  
 La subida mereció la pena, y una vez arriba me acordé de DE AQUÍ A LA ETERNIDAD, porque el paisaje que desde allí veíamos, creo que pocos lo pueden mejorar. Como diría José Mota….”no te pido que lo mejores…..solo iguálalo”, y es que nos dejó a todos con la boca abierta.












No había mejor sitio para reponer fuerzas, y resguardados del fuerte viento ( no todo podía ser perfecto), dimos buena cuenta de los manjares que nos había preparado RATATUILLE. Al Playu y a Jorge les tocaron unas raciones de empanada, que viéndolas, era imposible imaginar cómo sería la empanada entera, y menos aún como sería el horno donde la cocinaron. Yeloquehay decía que solo se le ocurría que la hubiera horneado Piraguas en Aceralia.




 El día era perfecto, y se podía ver desde Tapia hasta Foz, y un poco más allá yo creo que se veía Burela.













 La Playa de las Catedrales estaba “a nuestros pies”, bueno, si los tuviéramos como el Actor Secundario Bob, de los Simpson, porque la bajada que tuvimos que hacer para llegar a la “civilización” fue súper chula. Un poco estropeada a veces por las roderas de los tractores de la madera, pero “con fé, sin tocar los frenos, rezando y con los ojos cerrados”, llegamos sanos y salvos a la carretera.

 Tras unos pequeños “falsos llanos” llegamos a la Playa de las Catedrales. Aquí vivimos en primera persona EL GRAN ROBO DEL TREN. Y es que flipamos con los precios del bar. Dos botes de cerveza Estrella Galicia, 5€, no sé si las trajo el mismo Santiago apóstol a caballo, un café ¡¡¡¡2€!!! , lo dicho, lo debió traer el mismísimo Juan Valdés en el burro desde la mismísima Colombia, o eso, o el agua había sido bendecida por el mismísimo Benedicto XVI. Yo pedí una clara, y no sé lo que el Playu pagó por ella, pero al tikarla en la caja registradora, cayeron globos y confetis del techo, sonó la música de Rocky y después la de “WE ARE THE CHAMPIONS”, y me pusieron una alfombra roja para salir del bar.




 Aquí, Jorge, decidió dejar la ruta, cansado de estar BAILANDO CON LOBOS, aunque más que lobos, estaba con “raposucos” como mucho, y la verdad es que tuvo buena idea, porque aunque los repechos que nos quedaban para terminar no eran muy grandes, el viento nos castigó de lo lindo, y lo de intentar “resguardarse” detrás del Playu….., no funcionó en ningún momento. Echamos de menos a Turonman en estos momentos, alguien con más…..”cuerpo”, tras el que poder resguardarse, pero estaba rodando la película ESTA CASA ES UNA RUINA, y no nos pudo acompañar.


 Después de estar toda la mañana por el monte para arriba y para abajo, con unas vistas impresionantes, la tarde tampoco se iba a quedar atrás en deleitar nuestras pupilas. Tocó ruta por la costa, serpenteando un montón de playas y calas que bien podían ser portada de alguna revista de viajes por el Caribe nos fuimos acercando otra vez a Ribadeo. No nos quedó ni una caleya ni un atajo que llevara a la misma orilla, que no pateáramos. La verdad es que si una playa era guapa, la siguiente más, y lo que más nos llamaba la atención, es que casi toda la gente estaba en tres o cuatro playas, cuando a 100m había sitios paradisiacos desiertos.







 Algunos de nuestros “atajos”, que nos llevaron a atravesar algunos prados salvajes, que más parecían principios de junglas y donde creíamos estar en PARQUE JURÁSICO, y no nos hubiéramos asustado de ver por allí a WILD FRANK, pero bueno, esos caminos nos llevaron a la entrada de la ría de Ribadeo.








 El puente impresiona, y el antiguo Fuerte Militar, y el faro de Isla Pancha fueron lugares que nos gustaron mucho. Volver a cruzar el puente, con el fuerte viento, no fue cosa fácil, al menos para mí, el carril era muy estrecho o mi manillar muy ancho.









 Una vez en la “tierrina”, y para no seguir “paseando la comida”, decidimos comer las vituallas que nos quedaban, porque las íbamos a necesitar para pelear con el viento que nos acompañaría hasta el final de la ruta.




 El Playu marcaba el ritmo, yo aguantaba como podía y Yeloquehay no se descolgaba por orgullo. Cartel de 20km a Tapia, pedalea, pedalea, pedalea, agáchate sobre el manillar para no pelearte tanto contra el viento, da un relevo (pero corto), aprieta el culo, y un millón de pedaladas y un dolor de riñones del copón , 25 atajos y senderos después, cartel de 15 km a Tapia. ¡¡¡Mecagüen todo!!! Y allí estaba yo estaba recordando LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, y viéndonos volar de un momento a otro por encima de los pedreros.

 Una vez en Tapia, y ya “resguardados” del viento y ante unas cervezas bien frías, miré a Yeloquehay y pensé en la película VIVEN, , y es que ¡¡¡¡habíamos sobrevivido a otra ruta Repechinera!!!!, y en un momento que el Playu nos dijo que si íbamos a buscar a la mujer a una playa “cercana” que solo hay que subir un par de “falsos llanos”, salimos poniendo pies en polvorosa como si estuviéramos interpretando LA FUGA DE ALCATRAZ.




 Bueno amigos, otro día más, y venid cualquier domingo a Pelayo, que es “DIA DEL ESPECTADOR” y vosotros mismos podréis ser los protagonistas de la próxima película de REPECHIN PRODUCTIONS.
 WILLY